Hola, queridas lectoras, hoy quiero hablarles sobre algo que, lamentablemente, muchas mujeres en nuestra sociedad han experimentado: el trauma. Pero más allá de quedarnos en el dolor, quiero enfocar esta información en dos palabras clave que deben resonar en cada una de nosotras: empoderamiento y crecimiento.

Para muchas, la simple búsqueda de "superar traumas" o "recuperación después de traumas" en Google puede ser el primer paso hacia la sanación. Es esencial comprender que, a pesar del pasado, todas y cada una tenemos la capacidad de redefinir nuestro presente y futuro.

El empoderamiento es más que una palabra de moda; es el proceso de tomar el control de nuestra vida, de reencontrar nuestra voz y fortaleza. Cada decisión que tomamos, cada límite que establecemos, es un paso hacia ese empoderamiento. Significa entender que, a pesar de las adversidades, tenemos el derecho y la capacidad de forjar nuestro camino.

Por otro lado, el crecimiento se refiere a la continua evolución y aprendizaje que surge tras enfrentar y superar adversidades. Cada trauma, por doloroso que sea, también nos ofrece lecciones. Son estas lecciones las que nos moldean, fortalecen y nos preparan para enfrentar futuros desafíos.

Incorporar el empoderamiento y crecimiento en nuestro día a día no es una tarea sencilla, pero es esencial. Puede comenzar con pequeños actos, como leer un libro inspirador, unirse a un grupo de apoyo, o simplemente tomarse un momento para reflexionar sobre nuestros logros y metas.

Mujeres, no importa lo que hayamos enfrentado, merecemos vivir plenamente, con fuerza y propósito. El trauma es solo una parte de nuestra historia, pero el empoderamiento y crecimiento son el capítulo que todavía estamos escribiendo.

Con amor y resiliencia,
Zulma